La luz radiante de la sabiduría de Amitabha impregna por todas partes. Bajo ella, los seres sintientes afligidos desarrollan fe tan pura, como las flores de loto, embarcándose en el sabio camino del Dharma.
La suave y tranquila luz de la luna alivia las angustias y las penas de todos los practicantes, dándoles alegría.
La compasión y bondad amorosa de Amitabha da a los seres sintientes protección y esperanza.
La luz de la luna impregna toda la tierra, igual y universalmente, sin embargo, la hierba sin rocío no refleja la luna.
El Buda es de gran corazón, brindándose a todos los mortales tontos, sin embargo, aquellos que no tienen fe en él no reconocen su compasión y bondad amorosa.
La luna plateada puede brillar sobre todos, sin embargo, sólo habita en los corazones de aquellos que miran el cielo nocturno.
Amitabha prometió liberarnos a todos, sin embargo, la luz de Buda abraza sólo a aquellos que recitan su nombre.
(Traducido por el Equipo de Traducción de Pure Land School; editado por Householder Fojin)